¿Cómo afecta a las hipotecas la nueva rebaja de tipos del BCE?

Hace escasos días, el Banco Central Europeo (BCE) anunciaba una nueva rebaja de los tipos de interés, que pasan del 0,15% a un histórico 0,05%. Desde que existe el euro, nunca los tipos de interés habían estado tan bajos. ¿Por qué hace esto el BCE y cómo afectará a nuestra hipoteca? Vamos a verlo poco a poco.

La primera pregunta tiene una respuesta sencilla: al bajar los tipos de interés, obtener dinero es un poco más barato (tanto, que casi estamos en el 0%). Esto significa que las empresas y los particulares pueden acceder a préstamos, y con ello se espera que se atrevan a consumir: desde pedir un préstamo para poner en marcha un proyecto hasta comprar un piso con una hipoteca más barata.  En resumen: al bajar los tipos, el BCE allana el camino para que se reactive la economía. Además, con esta decisión se ahuyenta el llamado ‘fantasma de la deflación’.

Ya sabemos qué ha motivado al BCE a tomar esta decisión. Ahora bien, ¿cómo afecta esto a nuestra hipoteca? La respuesta es ‘depende’. Las hipotecas nuevas están ligadas a referenciales bastante más elevados, que poco o nada tienen que ver con esas tasas espectacularmente bajas que fija el BCE.

Otra cosa son las hipotecas antiguas referenciadas al euribor a 12 meses. Pero, atención: incluso en estas hipotecas de hace años, hablamos de un indicador anual, no puntual. Aunque los tipos de interés estén en este preciso momento al 0,05%, por el momento el mínimo histórico del euribor a 12 meses está situado en 0,46%, que no deja de ser un interés ridículo (pensadlo: ¿dejaríais dinero a un compañero de trabajo a cambio de que os lo devolviera con un interés que no llega ni al 0,5%?). Los expertos creen que esta nueva rebaja ayudará a que ese mínimo anual del euribor a 12 meses siga bajando un poquito más, tal vez por debajo del 0,40%. Pero eso es algo que está por ver.

Entonces, ¿es ahora el momento de hipotecarse? La respuesta es sí… pero teniendo en cuenta que el tipo de interés no es el único factor. Suponiendo que nuestras perspectivas de futuro sean razonablemente buenas y que la ocasión lo valga, lo más racional es pensar en un horizonte del 3% aproximadamente. ¿Por qué un 3%, si estamos ahora en menos del 0,5%? Sencillamente, porque ésa es la media de los últimos años, y todo apunta que volveremos a ella.

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