¿Vale la pena una hipoteca a tipo fijo?

¿Hipoteca a tipo fijo o a tipo variable? Es una pregunta que nos plantearemos en el momento de sondear a diferentes entidades a la hora de pedir un préstamo hipotecario. En el entorno actual, con tipos de interés históricamente bajos, el atractivo de las hipotecas variables es claro, porque resultan bastante más baratas. Para entendernos: entre una hipoteca al euribor + 1% y otra al tipo fijo del 5%, no hay color: nos quedamos con la primera.

Si echamos un vistazo a los últimos datos oficiales que proporciona el INE (http://www.ine.es/daco/daco42/daco426/h1114.pdf), veremos que en España el 92,6% de las hipotecas se constituyen a tipo variable, así que la estadística es aplastante. Los números también dicen que el interés medio de una hipoteca en el momento de constituirse es del 3,49%.

Ahora bien, teniendo en cuenta que las hipotecas duran 20, 30 o incluso más años, y que surgen algunas hipotecas a intereses fijos muy seductores (como por ejemplo un 3,5%), ¿qué ocurriría si en este largo periodo de tiempo los tipos de interés se dispararan? Llegados a este punto, podemos hacernos una pregunta muy simple: ¿cuánto tendrían que subir los tipos para que una hipoteca a interés fijo resultara interesante? Como casi siempre… es cuestión de números.

Lo primero que tenemos que pensar es que las hipotecas a interés fijo a menudo conllevan pequeñas –o no tan pequeñas– cargas vinculadas al riesgo que corre la entidad. Una de ellas es la llamada ‘compensación por riesgo de tipo de interés’, que viene a cubrir los posibles ‘descalabros’ de la entidad en caso de perder dinero con la operación. Básicamente, para el supuesto de que el cliente –o sea, nosotros– cancelemos la hipoteca antes de lo previsto, impidiendo así que el banco o entidad amortice la operación. No es un detalle menor, porque puede llegar a suponer una importante carga en caso de cancelación.

Otro aspecto a valorar es la evolución del euribor. En realidad es la clave de todo, porque si el euribor se dispara y hemos escogido tipo fijo, nuestra elección nos hará sentir felizmente previsores. Así que… ¿qué se espera que haga el euribor?

Si miramos la evolución del euribor a lo largo de los últimos años –es un indicador que se lanzó en 1999, así que el histórico es relativamente corto–, veremos que casi siempre ha estado por encima del interés fijo –tomando como interés fijo de referencia el 4%–.

En el año 2000, el euribor superó el 7%, y aunque fue descendiendo durante los años siguientes, no llegó a estar por debajo del tipo fijo hasta 2009, justo al inicio de la crisis. Es decir, durante 9 largos años, el interés variable ha sido superior al fijo. Y la época en que esto no ha sido así, estábamos inmersos en una profunda crisis.

Cabría preguntarse si, al salir de esta crisis, los tipos volverán a remontar hasta situarse de nuevo por encima del tipo fijo. Si así fuera… las hipotecas variables empezarían a ser interesantes. ¿Lo sabe alguien? Está claro que no. Pero ante la posibilidad de que el escenario cambie, debemos pensar muy bien en las consecuencias.

¿Cómo afectaría un triunfo de Podemos a la economía doméstica?

“Cuidado con Podemos: si gana, caerá la prima de riesgo, las bolsas se hundirán y el crecimiento de España se verá cuestionado”. Si sigues las páginas de economía de la prensa, habrás visto algún pronóstico similar sobre una hipotética victoria del partido de Pablo Iglesias. Ahora bien, ¿qué hay de cierto en esto? ¿Cuánto hay de campaña política y cuánto de verdad en esta afirmación? La respuesta más honesta a esta pregunta es que nadie lo sabe, y que todo lo demás son especulaciones.

Ahora bien, todos sabemos que algunas especulaciones pueden hacerse con cierta base (de hecho, las encuestas que dan como ganador a Podemos son exactamente eso: especulaciones razonables). Bien; entonces, ¿qué nos dicen las hipótesis sobre lo que puede pasar? En definitiva: ¿cómo afectará a nuestro bolsillo un cambio de Gobierno de tanto calado?

Inevitablemente, debemos mirar a Grecia para saberlo: es el referente más cercano y desde luego el más similar. La victoria del partido Syriza ha tenido ya tiempo de cosechar reacciones. ¿Cuáles han sido?

 

Reacción de las bolsas

Empecemos por la bolsa: los días inmediatamente posteriores a la victoria electoral de Alexis Tsipras, la bolsa griega se vino abajo, literalmente. Los dos primeros días perdió un 6%. El tercero, un 9%.  Pero recordemos que las bolsas son terreno de especulación… y eso es lo que ocurrió. Al cabo de unos pocos días la bolsa griega había recuperado nuevamente la cota de los 840 puntos, exactamente la misma que ya tenía antes de los comicios (en el momento de escribir este post, el Athens Composite, principal indicador de la bolsa griega, está en 893 puntos).

En resumen, y como puede verse en el gráfico adjunto, podemos decir que en la bolsa no hubo ninguna consecuencia (al menos no la ha habido por ahora).

 

Gráfico bolsa

 

¿Y la prima de riesgo?

Veamos ahora la prima de riesgo. Es un indicador importante para cualquier economía, porque sirve de ‘termómetro de confianza’: cuanto más alta sea la prima de riesgo, más miedo inspira la economía de un país, es decir, más difícil lo tiene para obtener financiación. De manera que, si finalmente la obtiene, el crédito será más caro (como es lógico) y por tanto será más difícil devolverlo… lo que se convierte en un círculo vicioso.

Durante el 2014, y después del batacazo griego, la prima de riesgo se movía entre los 400 y los 500 puntos, cifra relativamente cómoda si tenemos en cuenta que en febrero de 2012 se había llegado a superar… ¡los 3.700 puntos! A medida que se acercaban las elecciones (y se intuía, por tanto, la victoria de Syriza), la prima de riesgo se movía ya entre los 800 y los 1.000 puntos. Tras la victoria de Tsipras superó los 1.100 puntos… pero a continuación se moderó bajando de nuevo de los 900 puntos (892 en el momento de escribir este post). En definitiva, en lo que respecta a la prima de riesgo, la victoria de un partido rompedor como Syriza sí tuvo consecuencias.

 

Programa económico de Podemos

Ya hemos visto el referente griego. Pero, ¿qué piensa hacer exactamente Podemos?

El programa oficial aún no se ha anunciado, pero sí las bases, que pueden consultarse aquí. A continuación resumimos algunos de los puntos de su programa en materia económica:

–       Reestructurar la deuda con Europa, e incluso negarse a pagar una parte

–       Subida significativa de los salarios

–       Jornada de 35 horas semanales

–       Derogación de la reforma laboral actualmente vigente

–       Subir las cotizaciones sociales que paga el empresario por cada trabajador

–       Una banca pública que dé crédito

 

Críticas al programa de Podemos

Hace pocas semanas, el diario Expansión pidió a 8 expertos que analizara las propuestas del partido de Pablo Iglesias. El resultado, que puede leerse en este link, fue el siguiente: se trataría –según estos expertos– de un programa poco coherente, que no estimula la contratación de personal ya que obligaría a subir sueldos artificialmente… y eso conduciría a más despidos y menos contratación. Por otra parte, la creación de una banca pública tendría la ventaja a corto plazo de que, efectivamente, habría más créditos para todos. Pero eso se traduciría en inflación y, a la larga, subida de impuestos para las clases medias. La opinión más gráfica es la del economista César Molinas: “las propuestas parecen una carta a los Reyes Magos escrita por unos republicanos dispuestos a hacer quebrar sus reinos”, afirma en este artículo de Expansión.