¿Y si el euríbor fuera un indicador injusto para nuestras hipotecas?

Todos lo hemos oído y leído infinidad de veces: la mayoría de las hipotecas están referenciadas al euríbor (por ejemplo, euribor + 1%). De forma que, si el euríbor baja, nosotros nos beneficiamos de una rebaja. Y si sube… apechugamos con el incremento que corresponda en la cuota mensual. ¿Es esto justo? No siempre.

 

Todos vemos el euríbor como un indicador objetivo, un dato ‘serio’ que proviene de calcular el promedio al que las entidades financieras se prestan dinero entre ellas. Para llegar a esta cifra, se toman como referencia los 24 bancos más importantes de Europa.

 

Ahora bien, ¿es realmente un dato objetivo? Aquí empieza el problema. Teóricamente, sí. Pero a la práctica… No tanto. Hace algo más de tres años (febrero de 2012), un grupo de abogados denunciaron la opacidad del tipo de interés que se aplica a las hipotecas, y muy particularmente la del euríbor. Pensaréis que podría  tratarse de una de tantas denuncias ‘militantes’ de grupos radicales, pero una vez más la realidad nos echa un jarro de agua fría, porque lo cierto es que los abogados consiguieron tirar adelante con la reclamación… y Europa les dio la razón.

 

A finales de 2013, la Comisión Europea impuso multas por valor de 1.700 millones de euros a seis grandes entidades financieras por manipular ‘artificialmente’ la tasa del euríbor. Estas entidades eran Deutsche Bank, Societé Générale, Royal Bank of Scotland (RBS), JPMorgan, Citigroup y el broker RP Martin.

 

Así que ya hemos comprobado que… no, referenciar la hipoteca al euríbor no siempre es justo. Estos problemas han dado alas a quienes apuestan por vincular nuestras hipotecas… a la deuda pública. Y para muestra, un botón.

 

Fijaos en lo que proponía el consejero delegado de Bankia, José Sevilla, hace escasas semanas. Para este banquero, la deuda pública explica mejor la marcha real de la economía española. Por eso proponía referenciar los créditos a la deuda pública (a uno, dos o tres años).

 

¿Sería este sistema más justo? Sobre el papel, podría ser. Para empezar, se acabaría la posible manipulación de las entidades financieras. Y, por otro lado, y como recordaba José Sevilla, más del 90% de los créditos en España son variables, frente al tipo fijo que usan los países anglosajones.

 

En contra de esta tesis, podemos defender también el euríbor como un indicador válido si tenemos en cuenta que su propia lógica de mercado nos beneficia: cuando la economía va mal (es decir, más familias en dificultades), el euríbor tiende a bajar y, por tanto, se rebaja la cuota de la hipoteca. ¿Podríamos decir lo mismo de la deuda pública?

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